La mimada del Alfa romance Capítulo 30

Camila Albora

Un dolor atraviesa mi pecho mientras me estoy retocando el maquillaje en el baño. Dejo salir un grito y llevo mi mano al lugar donde siento como si un objeto filoso lo estuviera atravesando. Trato de regularizar mi respiración y veo algunas imágenes pasar por unos segundos, es como si mirara a través de los ojos de alguien cuando cierro los míos.

Un enorme lobo blanco, Bruno, está siendo atravesado por una flecha y parte de su pelaje se mancha de su sangre. Todo vuelve hacer como antes, me miro con horror en el espejo al salir del trance en el que entre, no, esto no puede estar pasando.

—Xander, —susurro, salgo rápido del baño y empujo a todo el que se a traviesa en mi camino hasta que puedo llegar fuera de la casa. Observo por todos los lugares buscando a mi seguridad hasta que los veo en una esquina—¡Samuel!—Grito y este enseguida esta adelante de mí con una expresión de preocupación.

—Luna ¿Qué pasa?—Preguntan preocupado mirando en busca de la amenaza.

—Atacaron a Xander, —les digo mirando como sus ojos cambian de color.

—¡Teo! —Exclama. —Encargarte de llevar a la luna a la mansión, —ordena, este asiente.

—No, necesito estar con Xander, —anuncio mirándolo desesperada.

—Pero luna...

—Pero nada Samuel, —interrumpo, este solo libera un suspiro para transformarse en su lobo color gris, se agacha y subo a su lomo.

Escucho como Teo se transforma en su lobo de color café del mismo tamaño que Samuel, me sujeto de su pelaje y corre adentrándose al bosque. Solo espero que Xander esté bien «Diosa luna protégelo» pido en mi mente.

(...)

Llevamos como quince minutos tratando de encontrar a Xander y los chicos, ya se comunicaron con los guardias reales para que se ponga en marcha con la búsqueda, no logramos encontrarlo y eso me aterra. Estamos en los límites de la manada, estoy desesperada.

—Xander ¿Dónde estás?—Pregunto en un susurro tocando mi pecho y deseando con toda mis fuerzas que las imágenes vuelva y me muestren donde se encuentra mi amado alfa. Inhalo profundo y me concentro en poder agudizar mis sentidos con los cuales puedo escuchar el sonido de algún río cerca, pisadas de los chicos a unos cuantos metros de mí y también ¿Latidos?... Me concentro en ese sonido, es débil, pero puedo escucharlo.

Inicio a seguirlo y me llevan hasta unos grandes arbustos, y es de ahí de donde proviene el sonido.

»¡Xander!—Chillo horrorizada al ver su cuerpo detrás de los arbustos, rápido me arrodillo a su lado. Observo como la flecha sigue enterrada en su hombro, toco su rostro y miro su cuerpo desnudo en busca de alguna otra herida, pero no hay nada.

—¡Luna!—Escucho que me llama Samuel preocupado.

—¡Por aquí!—Grito y a los segundos los tengo a mi lado.

—¡Por la diosa!—Exclama. —Debemos llevarlo a la mansión, ya comunique para que un doctor nos espere allá, —informa buscando detrás de unos arbustos de dónde saca una mochila de la cual retira una manta, se acerca y cubrimos la desnudez de Xander.

Samuel con mucho cuidado coloca a Xander sobre el lomo de Teo y se transforma para que suba, pero no puedo irme, ya que puedo captar un rastro muy cerca, tal vez sea el responsable de esto.

—Encárgate de llevarlo a la mansión. Buscaré al responsable de esto, —le ordeno sin expresión alguna mientras que la rabia burbujea dentro de mi cuerpo, me mira con preocupación y niega con su cabeza lobuna. —¡Es una orden!—Grito y este me observa por uno segundo para después mirar a Teo.

Escucho un bajo gruñido de su parte, pero luego se pone en marcha con Teo, para llevar a Xander a la mansión, suspiro cuando ya sé que no están cerca, espero no le pase nada malo a mi amado alfa.

Cierro los ojos por unos segundo, me concentro en ocultar mi aroma y luego siento un escozor en mis ojos lo que me indica que ya no son del típico color café, sino que ahora son color miel, pero con un toque más brillante casi llegando a tocar el dorado.

Soy una cazadora y le daré caza a mi presa.

(...)

El rastro de la persona que atacó a Xander me saco de la manada para llevarme a territorio de nadie, pero tal parece que el que ataco a Xander es un cazador y sobre todo está herido, me detengo al ver una cabaña cerca de un lago, tomó el borde de mi vestido y lo rompo para que no me entorpezca durante la pelea, camino con cuidado hasta estar en la parte trasera de la casa. Observo por la ventana como el sujeto está tirado en el suelo de la cocina con un botiquín a su lado.

Infeliz, con toda mi fuerza pateo la puerta, él se levanta del suelo y se coloca en posición de ataque, me mira con el ceño fruncido y me mira de arriba abajo para después mirar mis ojos los cuales son idénticos a los suyos.

—¿Qué quieres cazadora?—Interroga viéndose un poco más relajado al ver que soy de su especie.

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