Camila Albora
Levanto los brazos porque Xander se empeña en colocarme la toalla, no puedo evitar poner los ojos en blanco y luego libero un suspiro cuando ya estoy cubierta, coloco una en mi cabello para poder secarlo más rápido.
—No me gusta que lo tiñas, —reprocha Xander después de mirar las puntas rosadas de mi cabello, alzo mis hombros.
—Es mi cabello, no es una decisión en la que debas intervenir lobito, —anuncio acercándome al espejo y abro los ojos enorme al ver el tatuaje que tengo en mi cuello—¿Qué es esto?—Le pregunto a Xander mirándolo por el espejo y observando como él envuelve una toalla en su cadera para cubrir su desnudez.
—Mi marca, —murmura colocándose detrás de mí y pasando sus dedos por ella, eso provoca que un escalofrío me recorra de pies a cabeza. Observo la marca y es una X.C. entrelazada con algunas flores y estrellas, extraño, pero me encanta.
—¿Tú también tienes una?—Pregunto girándome y él se gira.
—Las fases lunares me salieron cuando se formó nuestro vínculo al igual que el dragón en mi cuello, el cual lleva tu nombre, —eso es algo que pensé que se había tatuado.
—Pensaba que era un tatuaje, —murmuro cuando se gira.
Toma mis manos y la coloca en el que tiene en el pecho.
—Estos son tatuajes, —comenta llevando mi mano a los lugares donde tiene tinta cubriendo su piel, sus brazos y pecho son esos sitios que decidió el alfa tintar.
—Son hermosos, —halago mirando sus ojos y estos ya se encuentran en su color natural. Escucho que tocan la puerta de la habitación y los dos salimos del baño.
—Vístete, —pide.
Entro al closet para buscar ropa, tomó un abrigo de cuello largo blanco y un jean. También agarro unas bragas rosas y un sostén del mismo color, Xander también toma un bóxer y pantalón vaquero, con un polo negro, me gusta su estilo de chico malo.
En silencio nos vestimos y luego salimos del closet, ya dentro de la habitación se encuentran los padres de Xander y el doctor. Este hace una reverencia para nosotros en forma de respeto, es algo incómodo que hagan eso, pero son las reglas del protocolo y se deben seguir.
—Alfa me alegro de que este de pies, —anuncia—¿Me deja tomarle algunas muestras de sangre?—Pregunta, Xander asiente para sentarse en la cama extendiendo su brazo, el médico enseguida procede a tomar la muestra. —Más tarde enviare los resultados ¿La herida cerro por completo?—Interroga.
—Sí, —responde mientras Alex anota en su libre.
—¿Algún fluido salió de esta?—Cuestiona mirando a Xander esperando una respuesta de este, se muestra confundido al responder.
—No, —responde frunciendo el ceño inseguro de su respuesta. Observo la cama y vislumbro unas manchas negras en la colcha.
—Creo que sí, —señalo la mancha y el doctor se acerca.
Puedo observar como respira profundo, no me pasa desapercibido el color carmín que adquieren sus mejillas, pero como todo un profesional lo disimula bastante bien, supongo logro oler la excitación del alfa ligada a la mía que bochornoso es esto.
—Efectivamente, es el veneno que utilizaron en la flecha, —anuncia escribiendo algo en su libreta.
—Pero ¿Cómo es esto posible?— Pregunta la madre de Xander mirando al doctor. —Según tenemos entendido, el antídoto aún no se encuentra en los frascos, —añade.
—Eso es lo que no entiendo luna, —responde, nos mira avergonzado—¿Paso algo extraño anoche? —La pregunta va dirigida a mí. Observo a Xander, no sé si es correcto hablar sobre que me marco.
—Sí, y todas las mujeres y hombres de cualquier raza, excepto los humanos saben que Xander está marcado por su pareja destinada, —anuncia. —También debes saber que aún falta culminar la unión, —comenta, no entiendo a qué se refiere.
—¿Cómo se hace eso?—Pregunto viendo la picardía en los ojos de mi suegra, es algo que la hace única y su forma de expresarse es bastante de una mujer joven.
—Con sexo Camila, —lo dice con toda naturalidad del mundo y siento el ardor en mi mejilla por el sonrojo que subió a mi rostro. —Que no te avergüence querida porque los hombres lobos son muy activos en el ámbito sexual, van a querer siempre quitarte la ropa y más en la temporada de celos, —añade.
—¿Celo?—Pregunto confundida.
—Es algo que le da a los hombres lobos desde que encuentran a su pareja destinada para poder dejar sus descendencias, —comenta. —Los alfas tres días y los betas y demás lobos suelen tener uno o dos días, pero un alfa rey dura una semana en celo, —explica. —Presiento que no quieres tener hijos, no tan joven y por eso te recomiendo hacer una cita con la ginecóloga de la manada, —añade, no sabía que esto implicaba tantas responsabilidades.
Solo quería tener al lobito y que me haga el amor, pero viendo todo esto se me bajan las ganas de comenzar una vida sexual y ya es tarde porque debo completar la marca, no me puedo arrepentir, no ahora que he visto la belleza de mi querido alfa.
—Por la diosa, —susurro avergonzada por tanta información, pero luego recuerdo algo, Xander entro en celo desde que me conoció. —Lora, si Xander entra en calor de acoplamiento desde que me encontró ¿Entonces se acostó con otras mujeres en cada época de celo? —Pregunto seria, mi suegra agacha la mirada.
—No soy la indicada para hablarte de este tema, —me mira—. Debes hablar con Xander, —suspiro.
—Entonces el chucho pulgoso, me debe muchas explicaciones, —suelto mientras me levanto de mi asiento para ir en búsqueda de Xander y siento la mano de Lora tomar la mía.
—Te aconsejo que lo escuches hasta el final, sé que no fue correcto, pero tuvo sus razones, —murmura.
Aunque por muy luna que sea de Xander, sé que no tengo derecho de reprocharle nada, soy su alma gemela, su mate o destinada, pero no somos una pareja y por más que me repita eso, me siento enojada y quiero una explicación de todo lo relacionado con su vida después de que me encontró, ya que lo pasado no es de mi interés, es difícil para algunos lobos guardarse hasta encontrar a su pareja eterna y sé que el alfa no fue la excepción.
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