La mimada del Alfa romance Capítulo 34

Omnisciente

Mientras Camila va a reclamarle a Xander, el cual está en su oficina en la mansión. En el territorio neutro donde estuvo la luna están llegando unos cazadores a buscar explicación de por qué su colega no ha dado un reporte de su misión que fue vigilar las fronteras y aprenderse la estructura de vigilancia.

—Ahí está la cabaña, preparen arma, recuerden que a unos kilómetros de aquí está la manda del perro real, —alerta el jefe de misión sacando dos dagas de plata con hojas envenenadas.

—Sí señor, —responde al unísono sus acompañantes sacando uno una catana y el otro dos pistolas con balas de platas las cuales en su interior llevan cápsulas con ese veneno que tenía la flecha lanzada a Xander, con mucho cuidado entran a la casa y encuentran el cuerpo del cazador en un estado de descomposición.

—Revisen todo y busquen el libro, —pide acercándose al cuerpo del cazador y observando la daga clavada en la frente de este. —Extraño, —susurra mirando el arma blanca, es raro porque los lobos no pelean con armas, sino en su forma animal y dejan a su víctima descuartizada por completo.

—Señor el libro no está, —anuncia uno de los cazadores mirando el cadáver.

—Vamos de aquí, —comenta—. Debemos hablar con el superior, no creo que los lobos hayan atacado a este agente, —murmura sacando un líquido el cual vierte sobre el cadáver y en menos de tres segundo, el cuerpo se enciende hasta quedar en cenizas para no dejar rastros de ADN que se pueda identificar y sintetizar sueros a través de este.

(...)

Valeria despierta por las ganas de ir al baño y también por el calor sofocante que abruma su cuerpo, se remueve provocando un gruñido por parte del sexi hombre lobo detrás de ella, se queda quieta hasta sentirlo moverse.

—Tengo que ir al baño, —le comunica intentando separarse de nuevo del lobo, el cual gruñe en protesta, pero la libera para tomar una la almohada de Valeria y poder disfrutar del olor de su luna que lo tiene extasiado.

La chica le da una rápida mirada al alfa y entra al baño donde hace sus necesidades para luego lavar su rostro y cepillar sus dientes, no pretende darle una mala imagen a ese hermoso chico.

Kaner se gira en la cama y coloca uno de sus brazos tatuados detrás de su cabeza, sonríe cuando Valeria sale del baño solo con su camisa, es sexi ante sus ojos y no puede creer que al fin tiene lo que más anhelado encontrar.

—Mía, —gruñe cuando Valeria se acuesta sobre su pecho, Kaner no se ha percatado de que su luna acaba de entrar en celo y por eso el olor se ha intensificado.

—Mío, —susurra Valeria de forma posesiva sobre el cuello de Kaner que se estremece al sentir los besos y mordiscos que da su luna su piel sensible mandando descarga hasta su entrepierna.

—Mi luna, por favor, no hagas eso, si no tendré un problema ahí abajo, —pide con voz ronca cuando Valeria toma la piel sensible de su cuello la cual es la única parte de su cuerpo libre de tatuajes porque Kaner lo dejo de esa forma para cuando encontrará a su luna y esta lo marque, sea esa lo que cubra ese lugar.

Valeria no hace caso a las protestas de Kaner, se sienta sobre el abdomen y esta lo observa con los ojos cafés de su loba, suspira el alfa mirándola en espera de su siguiente movimiento.

—Puedo ayudarte con el problema, —ronronea la loba de Valeria que tomó el control del cuerpo de esta.

—¿Así que la lobita salió?—Pregunta Kaner dándole una sonrisa coqueta, nunca espero conocerla tan pronto.

—Soy Nara, —le dice pasando la mano por el amplio pecho del alfa. —Valeria no quería que lo diga, pero no pasaré mi primer celo sola. —añade mirando como los ojos de Kaner se abren enorme al escuchar lo que la loba dice. —Así que haz no tuya alfa, —susurra en el oído de este dejando que Valeria tome el control de su cuerpo de nuevo, Kaner se sienta dejando a la chica ahorcajada y luego toma su rostro para hacer que esta lo mire directo a los ojos, ya que se siente avergonzada.

—¿Quieres que me marche?—Pregunta calmado, no sabe qué hacer porque puede que su parte animal lo desee, pero quiere saber la respuesta de la humana.

—No, eres mi mate y debemos estar junto, —susurra Valeria con sus mejillas sonrojada.

—No mi luna, si no te sientes prepara para esto puedo esperar más tiempo, —le dice pasando su mano por el rostro de Valeria, es muy comprensible con ella y jamás se atrevería a obligarla a hacer algo que esta no quiera hacer.

—Tengo dieciocho años y esperando a mi mate, obvio que estoy lista, —responde y pega sus labios a los del alfa para darle un beso lento. —Te amo desde ante de conocerte, —susurra, Kaner solo sonríe feliz sabiendo que su luna siente lo mismo que él.

—Yo también te amo desde antes de conocerte, —responde besando los labios de Valeria y luego girando dejándola debajo él.

Kaner toma sus labios con posesividad mientras que ella coloca sus piernas alrededor de la cadera del alfa provocando que este pegue su dureza contra su parte sensible las cuales no tardan mucho para humedecerse por el anhelo de sentirse llena por el tatuado.

El alfa baja dejando besos por su cuello y con sus manos rompe la camisa que cubren los pechos de Valeria, los botones de esta se esparcen por el suelo y otros por la cama.

—Ahora te quedas sin camisa para volver a casa, —susurra Valeria divertida por lo que hizo Kaner. Este sonríe y muerde con cuidado el pezón de ella sacándole un bajo gemido que lo hace gruñir y desear liberar su dureza de su bóxer, pero no es tiempo de hace tal cosa.

—¿Tus padres no están en casa?—Pregunta Kaner en un murmullo sacando el pezón de Valeria de su boca para luego pasar su lengua por sus labios rojos e hinchados.

—Están de dando un recorrido por la manada con Trevor, supongo estamos solos por varias horas, —susurra para luego dejar salir un jadeo cuando las manos de Kaner se cuelan dentro de su braga, palpa su húmeda con ellos y luego los desliza hasta tocar su clítoris.

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