No más palabras romance Capítulo 129

Desconocía que Karl, antiguo novio de la mamá de Andrea, tuviera mi número telefónico e incluso mi nueva cuenta de correo electrónico. Sin embargo, él, quien ahora trabaja para otro canal televisivo, se comunicó conmigo y me instó a reunirme con él para una propuesta de trabajo.

Finalmente he escuchado a papá, Karla y amigos, necesito volver a trabajar para estar activa y hacer más que ir al gimnasio y arruinar mis progresos cuando luego me atraganto de comida. Así que por primera vez en mucho tiempo me he arreglado como Elisabeth la estrella.

Falda blanca entubada y ajustada, camisa rosa de botones y tacones de ocho centímetros. Ignoro los fotógrafos cuando bajo de mi auto, y aun cuando este no es un canal en el que haya trabajado, saludo a las personas al pasar y reconozco a algunos de ocasiones en los que los conocí.

Tomo mi pase de visitante y luego de unas indicaciones me dirijo al piso en donde Karl me espera. Me veo en el espejo del ascensor y mi maquillaje ligero está impecable, mis leves pecas se perciben si me ves lo suficientemente cerca. Sonrío, creo que Paul instaló en mí un comité de "no permitas que escondan tus pecas". Honestamente, yo trato de no pensar o contar la cantidad de tiempo que llevamos separados, de esa manera quiero convencerme de que duele menos.

La gente siempre dice que el tiempo sana las heridas y eso no es del todo cierto. El tiempo solo te ayuda a aprender a respirar y vivir con las heridas latentes que nunca cierran del todo.

Así que hay días malos, pero también hay días buenos llenos de fe y esperanza de vivir. Días en los que sonrío, me distraigo y me siento afortunada con la vida que llevo. Días en lo que entiendo que nada fue mi culpa, que la vida sucede y cada quien es dueño de sus decisiones. Hoy es uno de esos días buenos, puedo intuir que incluso lo seguirá siendo.

Y lo creo con más fuerza cuando una de las asistentes de Karl me guía hacia una enorme sala de juntas en donde me encuentro con rostros conocidos. Por un momento estamos en silencio y luego todo es un estallido de risas, burlas, incredulidad y emoción.

Los abrazo a cada uno de ellos, estando muy feliz de verlos, más cuando estos días vernos todos al mismo tiempo no es tan fácil y por un momento se siente como estar de nuevo preparándonos para el programa, en donde todos hablamos de diferentes temas, Harry apuesta con Dexter, Joseph rechaza rotundamente el café que una trabajadora le ofrece y Ágatha se mantiene con la vista en su teléfono.

Es como estar en casa. Así se siente.

—Bueno, veo que ya están todos aquí.

Nos giramos hacia la voz de Karl y me sorprende encontrar a Andrea de pie a su lado, ella luce incrédula y luego Joseph la llama.

—Prometo que no tengo ni idea de esto ¿Qué está sucediendo, Karl? Me dijiste que querías decirme algo importante—dice ella con confusión.

—Y lo haré, siéntate.

Karl nos saluda a todos, luego entra su asistente y cierra la puerta. Poco a poco se va instalando el silencio porque creo que de alguna manera, todos, sabemos que aquí viene una propuesta que nos incluye a todos y sé que nosotros estamos cruzando los dedos para que sea buena y podamos aceptar, y de esta manera seguir compartiendo del modo en el que lo hemos hecho desde hace tantos años.

Por debajo de la mesa Sabrina toma mi mano, volteo a verla y me sonríe de manera esperanzadora, le devuelvo la sonrisa.

—Creo que ustedes intuyen por qué estamos reunidos hoy aquí. Siempre creí que Notitardes24 era un programa innovador, práctico y muy rentable mientras trabajé con aquel canal—comienza Karl—. Si bien es cierto que en los últimos meses parecía que la dinámica cambiaba un poco y se hacía un tanto forzado, pensé que con unos cambios podría volver a darse su toque.

»Lo que sucedió con el señor Coleman es bastante desagradable—me mira—, nunca estaré de acuerdo con ese grado de irrupción a la privacidad de alguna figura pública que perjudique sus relaciones con el programa, y menos cuando es un tema serio como el suicidio.

—Sobre eso, quiero aclarar que yo no lo hice—anuncio porque lo creo necesario—, mis compañeros son testigos de que yo estaba a ciegas, solo leía y decía que lo que me informaban. Tenía una relación con el señor Coleman, por lo que perjudicarlo no estaba en mis planes.

»Alguien usó mi identidad y provocó todo el desastre que le siguió, jamás le haría eso a cualquier persona que pasará por algo como eso. Ahora sé lo que se siente y reafirmó mi posición.

— ¿Vas a demandarla, cierto? —me pregunta Dexter y asiento con mi cabeza.

—Ya estoy en ello.

—Gracias por aclararlo, Elisabeth. Me hubiese sentido muy decepcionado si no fuese así—aclara su garganta y sus asistente comienza a entregarnos unas hojas—. Ahora bien, en vista de que el programa fue cancelado con su antiguo canal de origen, estuve haciendo evaluaciones del mercado y creí que el programa podría ser bueno para este canal. Así que lo hablé con los ejecutivos.

»No parecían muy entusiasmados con la idea, no después del escándalo con el que se sacó el programa del aire. Sin embargo, pulimos la propuesta con ligeros cambios en el programa y se expuso lo rentable que resulta transmitir un programa que el público no ha dejado de aclamar.

— ¿Y qué dijeron? —pregunta Rayan inclinándose, estando tan a la expectativa como nosotros.

—La propuesta fue aceptada, por lo que lo próximo fue reunirnos con los dueños del canal adversario para negociar la compra de los derechos del programa—ríe—, creo que ellos estaban un poco desesperados para deshacerse de ustedes.

—Me siento ligeramente ofendido—declara Joseph.

—Pero fue una buena cosa para nosotros porque obtuvimos el programa por un precio bastante accesible. No queremos reformar ni cambiar a los antiguos animadores, porque son ustedes quienes le dieron el toque al programa. Sin embargo, vamos a introducir dos nuevos elementos. O quizá dos nuevas personas. No se preocupen, uno será un ancla, es joven y creo en que a los nuevos talentos siempre hay que darles oportunidad ¿correcto?

Recuerdo lo joven que entré en este mundo, de hecho todos nosotros entramos jóvenes y siempre es bueno y alentador que alguien crea en ti cuando no tienes experiencia, pero si muchas ganas de triunfar en este mundo.

—Todos merecemos una oportunidad de triunfar—asegura Joseph y estoy de acuerdo con él.

—Creo que saldré porque...—comienza Andrea.

—Y es ahí donde entras tú, Andrea.

— ¿Yo? Yo ya no cargo bandejas con café, ahora soy un poco más exclusiva ¿Cierto, Joseph?

—Bastante exclusiva—le sonríe Joseph. Y ¡Dios! Ellos se aman tanto que es imposible no notarlo.

—No te necesitamos para eso—ríe Karl—. Te necesitamos para una sección. Eres buena investigando y en tu blog tus temas son variados. Nos gustaría que compartieras sobre ello unos pocos minutos.

—Esta es una propuesta...Impresionante—los ojos de Andrea están muy abiertos, Joseph toma su mano—, y...

—No puedes negarte. Si lo haces, entonces me temo que esto se cancela.

—Oye, eso es bastante sucio. Es mucha presión y yo no puedo, eso es demasiado para mí.

—Nada es mucho para ti—le dice Joseph y ella voltea a verlo, él sonríe—.Tú eres grande y das la talla en todo.

»Sin embargo, ninguna persona va a obligarte a hacer lo que no quieres y si eso es una condición y tú no quieres, no importa ¿Verdad?

—O solo quiere ser apreciado por su arte—intervengo—. Amas su arte y con eso basta ¿No? ¿O es una necesidad primaria conocerlo?

—No, no—niega con rapidez Valeria—. Solo sería bastante agradable conversar con él sobre qué le inspira y decirle lo maravilloso que considero su arte.

—Y decirle que te bañe en pintura y pinte sobre tu piel—la fastidia Ágatha y río.

—Como sea el caso, no voy a embarcarte, Valeria.

— ¿Por qué invitaste a Elisabeth y no a mí? —se queja Ágatha.

—Porque ya nosotras habíamos conversado de él y ella es seguidora de sus obras al igual que yo...

—No tan obsesionada—aclaro para molestarla, pero me ignora deliberadamente.

—Y tú no podrías apreciarlo cuando solo estás metida en la tecnología hablando con el mundo o viendo qué hace el mundo y no de la forma de que está pasando internacionalmente, si no de la manera "vamos a saber qué está pasando con mis seguidores y colegas."

—Oye, no es mi culpa que estas personas tengan vidas tan divertidas ¿Nunca has ido y revisado la cuenta de algún seguidor? A veces es súper divertido... A veces son raros, pero es divertido. Y sobre mis colegas, amiga, siempre es entretenido ver sus trenes chocar, ver el drama de lejos o solo estar informada. Además, de eso se trataba mi rol en el programa. Notitardes24 creó éste monstruo.

—Eso es bastante dramático—agrega Andrea uniéndose a la conversación—. Tú sola desarrollaste esa obsesión. Algunos psicólogos podrían ayudarte.

—Ah ¿Qué sería de nosotros sin la burla de Andrea? —dice Ágatha y su celular tiene una serie de notificaciones. La observamos retándola a no hacerlo y se resiste...Por diez segundos. Reímos— ¡Puedo dejarlo cuando quiera! Solo que sí quiero ver estas notificaciones.

—Bueno, mujer no adicta a la tecnología y mis otras bellas amigas. Ya voy yéndome—comienzo a despedirme, me detengo en Sabrina—. Dale mis saludos a Gabriel.

— ¿Quién es Gabriel? —cuestiona Ágatha.

—Su novio de toda la vida—río—. Su ex, uno de esos ex que son geniales y dices "¿Por qué no están juntos?" pero luego te respondes "ah, sí, porque existe Rayan."

— ¡Elisabeth! —Sabrina se sonroja— Cállate, no tienes que gritarlo.

—No lo grité, y él ya se fue.

—Y nosotras ya sabemos eso. Solo se ha vuelto obvio—la tranquiliza Valeria encogiéndose de hombros—; también me voy.

Me acerco a los chicos que están un poco más alejados y me despido.

Cuando estoy en mi auto pienso en lo bien que se sintió bromear con ellos, cómo me relaje y solo me sentí yo misma sin torturarme o abrazar los sentimientos negativos.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: No más palabras