Paul me da una sonrisa antes de girarse e irse, es la cosa más loca que ha sucedido.
Elisabeth y yo nos quedamos viendo por donde ha salido ¡Que hombre!
— ¡Mírale ese culo!— es lo primero que dice Elisabeth, me volteo hacia ella, sus mejillas están muy rojas— ¡Maldito! ¡Es caliente! Es mucho mejor que las fotos y vídeos de sus presentaciones ¡No tiene derecho a estar así de bueno y humedecer bragas!
— ¿Se necesita un derecho para eso?—ella ríe y observa la hoja en su mano. Se ven unas pocas líneas que rápidamente lee.
— ¿En qué lío me he metido ahora?— murmura mientras se aleja, espero que sea para ponerse unos zapatos.
— ¡10 minutos! ¿Dónde está Harry?— grita Stephen, justo entonces un Harry, que parece estar en otro mundo, entra al lugar.
Ni siquiera me ve, tropieza conmigo y se ve pálido además de muy despeinado. Esa es una señal de alarma.
— ¿Acabo de ver a Paul Coleman salir de acá?
—Sí— me encuentro con su mirada— ¿Qué te sucede? ¿Está todo bien?
Se inclina hasta llegar a mi oreja, susurra que va a contarme un secreto y que no se lo diga a nadie.
—De acuerdo.
—La he cagado, una arpía está diciendo que la embaracé.
Se aleja y sus ojos muy abiertos me observan, pasa una mano de nuevo por su cabello.
—No entiendo cómo pasó.
—Seguramente sabes cómo se hace un bebé, Harry— digo en voz muy baja para que solo él me escuché.
—Lo sé, mira el condón se rompió porque parece que estaba muy ebrio. Sé cuáles son los pasos a seguir, así que al despertar nos monte en mi auto y fuimos por la píldora de emergencia y me dijo que todo bien. Y es con una arpía, ella es una horrible persona— parece estresado— ¡¿Por qué ella?! ¿Por qué nadie alejó mi culo ebrio de ella? ¿Por qué creí que ella en verdad iba a tomar píldora de emergencia? ¡Dispárame! Puedo tener un bebé con una arpía que me odia y a la que detesto.
— ¿Estás seguro de que la embarazaste? Si ella tomó la píldora entonces no debería haber bebé— esta mortalmente pálido
—. Excepto que ella no la haya tomado…
— ¿Por qué ella haría eso de no tomarla? Me odia y yo… ella no me agrada. De hecho fue horrible despertar con ella. Y no es un juego, se trataba sobre quedar embarazada.
—Puede entonces solo estar mintiendo y…
— ¡Harry ve de inmediato a arreglarte! ¡Muévete!—Kevin le da empujones y Harry está lo suficiente perdido para ni siquiera quejarse.
Demasiadas cosas sucediendo en un día: Sabrina y Rayan peleando, Paul viniendo al estudio y Harry perdido y desenfocado porque cree que embarazó a lo que llama una arpía ¡No se puede decir que Notitardes24 sea un lugar aburrido!
—Pareces estar teniendo un millón de pensamientos— alzo la vista encontrándome con Joseph.
—Sí… ¿Cómo te sientes?
—Como en casa, estoy ansioso de que el programa salga al aire.
—Puedo notarlo—me alzo en las puntas de mis pies y paso mis brazos alrededor de su cuello—. Estoy ansiosa de verte ser sexy con tus cosas nerds.
Se ríe y me da un suave beso. Cuando me alejo acomodo el cuello de su camisa bajo su atenta mirada.
— ¿Cómo el asistente sabía sobre el té rojo?
—No iba a dejar que te envenenara y puesto que parece que hace realmente bien su trabajo, decidí ayudarlo dándole el tip.
Aprendí a no dar nada por sentado, se supone que la vida efectivamente es para vivirla y no quiero detenerme. No voy a detenerme.
Sonrío cuando la cámara pasa como última presentación hacia Joseph. Él da una gran sonrisa y apuesto a que muchos estaban esperando este momento en el que de nuevo volvía.
—Hola, yo soy Joseph Hans y hoy hablaremos de…— observa a Kevin y su sonrisa crece—la expansión de células terrorista a lo largo de Nigeria ¿Estamos en presencia de un solo grupo? ¿Cuál es la percepción que denota su gobierno?
— ¡Mierda! Le dije que ese tema no— gruñe Kevin.
Sonrío. Lo ha hecho, está de vuelta. Continúa dando una breve introducción que podría hacer que Kevin se desmaye.
—Todo eso y más a la vuelta de Notitardes24, no se lo pierdan— guiña un ojo y comienza el espacio publicitario.
Aun cuando sé y aprendí que eso no se hace, no puedo evitar hacerlo: aplaudo. Y tal como la primera vez todos voltean a verme, está vez Joseph sonríe mientras me muestra su pulgar.
—Oh, lo siento. Pero eso fue tan… lindo.
Algunos ríen y otros ruedan sus ojos. Decido que no me importa porque:
1. No me hacen ni más o menos genial.
2. Si hizo molestar a Kevin, mucho mejor.
3. ¿No merecían mis aplausos?
4. Me siento completa y absolutamente feliz.
Que vivan y lidien con ello porque así soy yo.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: No más palabras