No más palabras romance Capítulo 61

— ¿Y saldrías con una chica que tuviera esa misma cantidad de pecho pero sin implantes?

— ¿Por qué no lo haría?

—Exacto, tetas son tetas— asegura Dexter con una sonrisa señalando mi pecho y luego el de Valeria.

— ¿Y si tiene pechos pequeños? —reta Sabrina.

—Pechos grandes o pequeños siempre tendrán pezones y siempre podrán ser estimulados.

—Que diplomático de tu parte, Dexter— se ríe Valeria y él le guiña un ojo.

—Pregunta— dice Dexter.

—Respuesta—ríe Ágatha.

— ¿Les importa o no el tamaño? Me siento muy feliz con lo que esconde mi bóxer, pero las chicas siempre parecen divertirse hablando de tamaños de penes.

Contengo la risa y a toda costa evito mirar a Ágatha, eso sería muy obvio de mi parte. Las mejillas de Valeria están sonrojadas y Sabrina solo rueda sus ojos.

—Creo que sus habilidades importan más— por supuesto que Ágatha diría eso. Yo soy un poco más sincera.

—A ninguna mujer le gusta sentirse vacía.

Peter ríe ante mi declaración, al igual que Sabrina. Dexter me guiña un ojo y Valeria se limita a beber de su café. Ágatha se encoge de hombros. Lo siento amiga, pero no tengo nada en contra de Garrett, solo doy mi opinión.

—Me enciendes con tus declaraciones, Elisabeth.

—Retrocede Dexter, que te quedarás encendido muñecote— ríe Sabrina—. Porque Elisabeth tiene un amorío.

— ¡Un amorío! Lo haces sonar como una aventura—río.

— ¿Elisabeth? — Dexter frunce el ceño— ¡¿Qué carajos?! No, no. Nadie va a quitarme a una de mis mujeres ¡Meses comprometidos! ¡Meses! Que se joda quien se atreva a poner los ojos en ti.

—Si te contara que le pusieron más que los ojos encima— se ríe ahora Ágatha— ¿Sabías que a Elisabeth la enciende ver a un hombre cantar canciones de Justin Timberlake?

—Esta historia está interesante.

—Y eso que no lo viste, Peter— sigue Ágatha.

—Lo siento, bebé. Si te sirve de consuelo, sigues teniendo a Bre— me pongo de pie y beso la mejilla de Dexter.

—Lucharé por ti.

— ¿Por qué no luchas por ella este domingo en nuestro picnic? Deberías invitarlo, Elisabeth.

Bueno, parece que Ágatha es realmente sensible al tema del tamaño del pene de su novio y ahora se está vengando. Quién diría que un pene causaría tanto rencor.

Dexter finge estar disgustado y para consolarse me atrae hacia su regazo abrazándome con fuerza. Ruedo mis ojos.

—Si no te suelto, entonces él no te tendrá.

— ¿Pensaste mucho para llegar a esa deducción? —lo fastidia Valeria.

—Tranquila, Val, no estés celosa. Ya te he dicho que tienes el puesto de mi amante oficial.

— ¿No les molesta que lo invite? — pregunto pensativa.

—No. Ágatha a a llevar a Garrett, Joseph evidentemente llevará a lo mejor que ha pasado por este programa. Andrea como me dueles— Dexter finge un puchero antes de sonreír rápidamente—. Yo llevo a Valeria y a Sabrina.

—Yo iba muy bien por mi cuenta.

—Ajá, claro, Valeria. Como decía, yo llevo a Sabrina y Valeria ¿Llevas alguna conquista escondida, Peter?

—No que yo sepa.

—Bueno, entonces Peter lleva a Harry, estoy seguro que tendrán una cita estupenda estando juntos.

—Pensé que el culo de Harry te pertenecía, con eso de ser hermanos de putería—comento.

—Hablamos...

— ¿Le dijiste? ¿Qué te gustaba, te gusta y seguirá gustando?

— ¡No lo sentencies como si mí me maldijeras! — Se altera y alzo mis manos mostrándole que no soy el enemigo—Y no, por supuesto que no se lo dije. Fui honesta sobre por qué creí que Caroline no era buena chica.

—No, no fuiste honesta si al decírselo no dejaste en claro que tus celos también influyeron.

—Bueno, Elisabeth, tampoco voy a darle toda la honestidad del mundo.

—Lo entiendo, lo entiendo. No te cabrees conmigo. Pero ¿Qué sucedió?

—Nada. Hablamos, y solo hubo un momento raro luego, supongo que eso dejó un poco de rareza en el aire, nada grave.

— ¿Qué tan raro?

—No voy a decirte— mira hacia un lado.

— ¿Sabrina? Creo que me estás preocupando.

—Es que decirte lo volverá más raro, no es nada grave ni preocupante. Nos hablamos, somos amigos y las cosas están bien, eso es lo que importa.

—Bien—no la presiono— ¿No invitaste a Brody a la reunión del domingo?

—No. Mira, él es genial, pero ambos sabemos que no hay la suficiente química. Así que nos reímos y ahora nos enviamos mensajes graciosos. No estamos saliendo.

No sé si es el momento de decirle que mientras Rayan le guste de la manera en la que le gusta va a negarse a salir con otras personas porque ninguno será Rayan. Supongo que quizá solo me resta, que lo averigüe por si misma porque insistirá en que simplemente no sucederá y es tema superado.

—Bien. Todo bien— digo con una sonrisa—. Ahora, antes de que este estudio se vuelva un caos, invitaré a Paul.

—Quisiera ver cómo se las arregla para las tonterías que pueda a llegar decirle Dexter sobre tú siendo su prometida.

—Eso podría ser bastante divertido de ver.

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