No más palabras romance Capítulo 73

Creo nunca haber conducido tan rápido del modo en el que lo he hecho esta madrugada. Y creo que no me asustaba de tal modo en mi vida en el que lo hice cuando encontré la puerta de la casa de Elisabeth abierta y un silencio aterrador cuando comencé a llamarla.

¿Lo peor? El momento en el que la encontré con una enfermiza serie de moretones en sus brazos, rasguños y lo más preocupante, sangre corriendo por un lado de su rostro, su cabello húmedo y viscoso mientras su cabeza descansaba en un perceptible charco de su propia sangre. No recuerdo muy bien cómo llegué con ella en mis brazos al auto, ni siquiera cómo se me ocurrió tomar su celular.

Todo lo que puedo entender es que ahora camino de un lado a otro, esperando recibir alguna noticia de ella y sin entender qué pudo suceder en tan poco tiempo cuando estuvimos tan solo momentos antes hablando durante mucho rato por teléfono.

Alex me observa desde uno de los asientos porque me volví un poco loco y lo llamé por teléfono asustándolo totalmente.

—Caminar de un lado a otro no va a resolverlo, Pau.

—Y quedarme sin mover tampoco.

Llevo mis manos a mi cabello y tiro de él antes de rendirme y dejarme caer al lado de Alex. Son las cuatro de la madrugada. Tres horas y media desde que Elisabeth fue ingresada, dos horas desde que mi estómago está hecho todo un nudo.

—Va a estar bien, Pau. Va a estarlo. Ella fue inteligente y te llamó.

—Porque quería mi ayuda, no porque esperara ser atacada en el instante.

— ¿Crees que haya sido su hermana?

—Yo no lo sé, solo quiero que ella esté bien.

— ¡Paul!

Volteo ante mi nombre para encontrar a Sabrina siendo seguida por Harry, solo pude pensar en llamarlos cuando Alex con su gran cerebro desbloqueó el celular de Elisabeth. Me pongo de pie y la llamativa rubia me envuelve en sus brazos. Sus ojos están muy abiertos y luce pálida. Harry estrecha mi mano luciendo preocupado.

— ¿Qué sucedió? —pregunta Harry.

—Minutos antes hablamos por teléfono, luego su hermana llegó y quedamos en hablar luego—paso de nuevo mis manos por mi cabello—. Luego ella llamó de nuevo y pensé que preguntaba cosas extrañas.

— ¿Qué cosas? —insiste Sabrina.

—Cómo saber cuándo alguien tendrá una sobredosis y cómo lidiar con ello—hago una pausa—. Luego no sé qué sucedió pero ella decía el nombre de su hermana y pedía que se detuviera, todo se escuchaba muy poco, pero decidí ir a su casa porque estaba preocupado y la encontré en mal estado.

—Esa pequeña zorra ponzoñosa, voy a matarla. Malditamente voy a matarla— gruñe Sabrina justo antes de comenzar a llorar, Harry la envuelve en sus brazos.

—Calma súper rubia, nada garantiza que fue Elise.

— ¡Claro que fue ella! Era la única persona que estaba con Eli y ahora ella está mal.

— ¿El médico ha dicho algo?

—No, pero...

— ¿Pero?

—No sabía si llamar a su papá y decirle, ustedes no son familiares, yo tampoco así que...

— ¿Qué? —me pregunta de nuevo Harry.

—Así que Paul es el prometido de Elisabeth— termina por decir Alex palmeando mi hombro.

Sabrina y Harry por un momento no dicen nada, entonces Sabrina ríe en medio de sus lágrimas y Harry sonríe abrazándola un poco más.

—Bueno, espero y sepas que aun cuando apenas iniciamos lo que será nuestra grandiosa amistad y hermandad, yo seré el padrino. No quería ser el padrino de su boda con Sabri y Dexter, pero no me niego al ser el padrino de tu boda.

Sonrío apenas, entonces el médico aparece y habla de Elisabeth como mi prometida. Asegura que tuvieron un poco de dificultad para calmar el sangrado, que debieron tomar un par de puntos en la abertura de su cabeza y que por ahora ella estará bajo un sedante hasta que la inflamación de su cerebro baje y garanticen que no hay un daño severo. Vendaron su muñeca dislocada. Da la certeza de que debería encontrarse bien, pero debemos esperar a ver cómo amanece, sin embargo asegura que el pronóstico es bueno.

Respiramos con alivio y siento que me quito un gran peso de encima al saber que estará bien.

— ¿Podemos pasar a verla?

—Le recomendaría que si lo hace sentir mejor, pase lo que resta de la noche con su prometida, pero no más visitas hasta mañana.

—Gracias, doctor—agradece Alex.

—Tengan buenas noches, la enfermera estará al pendiente de que ella esté bien.

—Existen doctores que son unos ángeles—suspira Sabrina. Luego toma mi mano—. Cuida de ella ¿Vale? Y gracias Paul, formaría un berrinche para quedarme con ella, pero tienes ese privilegio porque veo que quieres cuidarla mucho—me da un abrazo—. Gracias por haber ido a verificar que estuviera bien, yo no sé lo que haría sin mi caramelito atrevido.

—Vendremos a primera hora, seguramente en la mañana tendrás al resto de nosotros aquí—Harry palmea mi hombro—, si ocurre algo no dudes en llamarnos, y creo que podemos esperar un poco más para avisarle a Dante.

—Está bien.

Los veo irse y volteo hacia Alex que se encuentra de pie.

— ¿Ya te sientes mejor, Pau?

—Eso creo.

Eso la hace reír pero se queja llevando su mano a su cabeza y haciendo una mueca de dolor.

— ¿Qué tan destruida me veo?

— Destruidamente hermosa.

—Buen intento, Paul.

—Solo debes esperar un par de días y la inflamación bajará.

—Sí.

Permanecemos en silencio y observa su muñeca vendada, frunce el ceño.

»Esto estará por al menos una semana y media, pero puedo irme mañana a casa. Kevin estará furioso de que tenga reposo, pero estaría más furioso si voy de esta forma imperfecta al programa.

—Kevin puede irse a la mierda.

—Sí, puede—me sonríe.

— ¿Qué sucedió Elisabeth? —Suspira— ¿Fue tu hermana?

—Elise estaba hasta arriba de coca, creo que alucinaba, sacó lo peor de ella—traga—, quiero creer eso porque sería duro creer que verdaderamente quería matarme.

— ¿Vas a denunciarla?

—Es una pregunta que no me quiero hacer justo ahora.

—Está bien.

Tomo su mano y beso sus dedos, sonríe y le devuelvo la sonrisa. Luego suelta mi mano y acaricia mi cabello.

—Tu cabello es un desastre al despertar, Paul, y tus ojos están hinchados. Me gusta.

—Puedes verme despertar siempre que quieras.

—Lo tendré en cuenta, tratemos que la próxima vez estemos sin ropa cuando eso suceda.

—Hecho.

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