Tuve que subir un montón de escalones mientras los lobos que venían conmigo me pasaban de largo para unirse a lo que sea que estaba pasando más adelante.
M****a, aun no estaba completamente recuperada de mi secuestro y ya sentía que me dolían las piernas y necesitaba un descanso. Como sea.
Cuando por fin llegué a la cima me tomé un par de segundos para observar el panorama completo: Rowan y Bastian hasta el cuello de enemigos en el centro del lugar, un montón de lobos a mi alrededor transformándose y el sonido distintivo de balas.
Me concentré en las balas tratando de ubicar quién m****a estaba disparando; ahí, tratando de huir, una loba disparaba en dirección a Bastian.
Oh, no. Nadie acabaría con él si yo estaba presente, aun tenía que decirme un montón de cosas y ambos lo sabíamos.
Corrí en línea recta hacia ella con el único propósito de verla caer. Al acercarme pude percatarme a simple vista de que la loba vestía mucho mejor que todas las lobas con las que me había topado hasta el momento en esta manada. No sabía yo de marcas, pero estaba segura de que utilizaba mierdas caras encima mientras que la manada agonizaba y moría de hambre.
Ese pensamiento me hizo ver rojo. La loba debía de estar muy por encima de la cadena alimenticia por estos lugares y sería un placer eliminarla.
Sin pensarlo mucho, guardé mi bastón ya que quería una muerte mucho más personal. La loba estaba tan distraída apuntando a mi pareja que ni siquiera reaccionó cuando mi “Puño” se clavó en su garganta y “Furia” en su corazón.
Disfruté de cada segundo verla caer y la vida abandonar sus ojos. ¿Eso me convertía en mala persona? Quizá.
Arranqué mis armas del cadáver asqueroso y giré mi cabeza para revisar si Bastian y Rowan necesitaban ayuda.
No lo hacían, algunos lobos ya se encargaban de quitarles de encima a los lobos con los que peleaban. De hecho, Bastian corría hacia mi dirección con aspecto sudado y delicioso.
No, Pollo Alfa malo, concéntrate.
-Por favor, dime que esa era la Luna de esta manada. – Dije entusiasmada por haber derribado a mi presa.
-No sé si era la Luna. – Dijo acercándose peligrosamente a mí. – Te agradezco que vinieras.
Y entonces tuve sus labios en los míos. Inhalé profundamente haciendo que mis pulmones se llenaran con su perfume. Él siempre había olido muy bien, como a oscuras promesas con un toque de sándalo.
Estaba a punto de levantar mis manos para aferrarlo a mí cuando él se separó y se transformó en lobo para echar a correr por el camino al que se dirigía la loba muerta.
-Deja de hacer pucheros. – Dijo Rowan tomándome del brazo para que lo siguiera. Él tipo me arrastró para que comenzáramos a correr detrás de Bastian. – Estoy seguro de que si no lo matan en los próximos minutos, querrá toda la acción de cama que tú quieras.
-¿Eh? – Pregunté confundida y luego se me ocurrió que podría preguntarle a Rowan. – Oye, ¿De casualidad sabes quién era esa loba?
Esperaba que fuera la Luna, de verdad que si.
-Por lo que entendí, era la madre de Bastian. – Dijo sin importancia.
-La madre… ¡¿Qué?! – Grité horrorizada.
Salimos del edificio después de un montón de vueltas sin sentido. Supongo que el shock por lo que acaba de decirme Rowan era aún muy grande, porque ni siquiera noté que el tipo se había detenido. Me estrellé directamente en su espalda.
Cuando me recuperé, vi a Bastian luchar contra tres lobos a la vez mientras que un tipo corría en la distancia.
-¿Por qué te detienes? – Pregunté.
Más tarde tendría que asimilar que había finiquitado a mi suegra.
Rowan señaló a un lobo un poco más apartado que se encontraba apuntando al lobo de Bastian con un arma realmente grande.
-Si me muevo, pasarán dos cosas: Cambia la trayectoria del disparo hacia nosotros o dispara a Bastian.
Decisiones difíciles.
-Bien, yo atraeré la atención del tipo y tú ve a desarmarlo. – Dije volviendo a sacar mis armas.
-¡¿Estás demente?! ¡Te matará! – Dijo sacudiéndome por los hombros.
-No lo estoy. El tipo por el que venimos supongo que es ese punto en la distancia que se está escapando. Puedo hacer esto, tú solo da un rodeo rápido para que no te vea venir mientras lo distraigo. Tienes quince segundos. Es una jodida orden de tu Luna.- Dije en tono serio antes de empezar a contar.
-¡Joder, Rose! – Dijo exasperado pero comenzó a correr para dar un rodeo. Yo medio sonreí.
Cerré los ojos y conté hasta tres antes de lanzar a “Puño” hacia la garganta del lobo a la distancia. Ya sabía que era un plan arriesgado, así que el hecho de que mi arma le rozara y él disparara por reflejo, no fue sorpresa.
Lo que fue una sorpresa es que el tipo derribara a uno de los suyos con ese disparo.
Bastian no perdió tiempo y se lanzó contra la garganta de otro lobo antes de que se recuperaran de sobresalto.
Entonces el tipo del arma cambió la dirección de su arma lentamente hacia mí y me gruñó, pero yo ya estaba lanzando a “furia” en su dirección. Mi tenedor voló por el aire solo para clavarse a medio metro de los pies del tipo.
Bueno, nadie dijo que tuviera puntería.
No tenía tiempo de moverme y ambos lo sabíamos. El lobo lanzó un bufido y puso su dedo contra el gatillo y pude ver en cámara lenta la sonrisa de satisfacción que me lanzó antes de que accionara el arma.
Curiosamente no tenía miedo de morir; la muerte y yo habíamos sido amigas cercanas desde el momento en que me quitaron mi libertad a los trece años. No, miedo no era lo que sentía. Quizá un poco de nostalgia por no poder tener el tiempo para convertirme en florista; una pena, era muy buena con los colores y tejiendo tallos de flores. Al menos moriría con un gorro hermoso…
Escuché el sonido del disparo.
Entonces algo me golpeó fuertemente el costado y me sentí caer. Fue el momento que Rowan escogió para atacar el cuello del tipo y Bastian derribó a su último oponente.
Mi pareja volteó a verme derribada en el piso con un lobo familiar encima. Inhalé lo necesario para gritarle que estaba bien y que fuera detrás de Luca.
-¡Jodida humana loca! – Gritó Edson mientras veíamos a Rowan y a Bastian partir de inmediato. - ¡¿Siempre tienes que ponerte en peligro?! ¡¿Y qué m****a fue eso de arrojarle tus armas al enemigo?!
-Aplas… tándome.
Él bufó y se quitó de encima.
-¡Si no te llego a quitar del camino, tendrías un jodido agujero en la cabeza!
-Eres… el mejor. – Dije jadeando. – De navidad… te compraré esos calcetines que tanto quieres.
-¡Jodida humana loca!
Y Edson me gritó por al menos diez minutos.
Rowan y Bastian regresaron a pie arrastrando al Alfa Luca que parecía bastante magullado. Yo aun me encontraba sentada en el suelo mientras Edson me sermoneaba sobre lo irresponsable que era.
-¿Has terminado, Beta? – Peguntó Bastian divertido cuando escuchó por qué seguía caminando en círculos.
-No lo he hecho. – Dijo cruzándose de brazos.
-Bien, puedes terminar en nuestro camino de regreso. Por el momento debemos de convocar a los lobos de este territorio. -Entonces soltó el cuerpo del tipo y se acercó a mí. – ¿Necesitas una mano, cariño?
-No, pero aun así la quiero. – Dije estirando mi mano como la tierna damisela que era para que me ayudara a levantarme.
Mientras Bastian me ayudaba, Rowan y Edson se transformaron y comenzaron a aullar. Luego corrieron en dirección hacia el edificio de las asambleas.
-Tengo curiosidad. ¿Pueden entender sus aullidos aun en su forma humana?
-Si. ¿Quieres saber qué dicen?
Yo asentí. De nuevo teníamos esta atmósfera extraña entre nosotros.
-“Muevan sus culos, hemos capturado a su Alfa y necesitamos hablar sobre sus destinos. Edificio de Asambleas, ahora” – Dijo suavemente Bastian.
Yo solté una risita.
-Suena a algo que dirías tú. – Dije mirando en dirección al edificio antes de devolver mi atención hacia él. – Creo que no hicimos esto en tres horas como teníamos planeado.
-No, lo hicimos en una hora todo gracias a ti. – Dijo acercándose hasta el punto en que solo un suspiro nos separaba. – Eres una humana extraordinaria. Jodidamente loca, como dijo el Beta cadáver, pero aun así extraordinaria y preciosa.
-¿Esta es la parte en la que me besas?
-¿Quieres que te bese? – Preguntó tomando un mechón de mi cabello.
-Si. Y una cita.
Una lenta sonrisa se extendió por su cara.
-¿Y cómo llamas a esto?
-Negocios, ¿Acaso ves un helado aquí? – Dije enseñándole mi mano vacía.
-Que descortés de mi parte. – Susurró mientras bajaba su musculoso y sensual cuerpo hacia mí. – Un beso primero.
Yo cerré los ojos y paré los labios como el pollo que era, pero el jodido lobo se burló de mí tomando mi mano y depositando un suave beso.
Abrí los ojos para mirarlo feo.
-Cuando todo esto termine, tendrás la cita que quieres humana. – Dijo con diversión. – Además, necesito tiempo para yo también sermonearte sobre lo imprudente que has sido en la última media hora.
-Yo no he sido imprudente. – Dije pensándolo un poco.
-¿Ah no? – Preguntó arqueando una ceja. - ¿Y cómo le llamas acorrer directo hacia una loba armada y llamar la atención de otro lobo armado?
-Cosas necesarias de hacer. – Dije firmemente. – Lo que me recuerda, lo siento por… ya sabes…
-¿Qué? ¿Ser una humana suicida?
-No lo soy. – Dije exasperada. Luego tomé aire para comenzar de nuevo. – Aun no sé muy bien parte de tu historia familiar y, bueno, como que supuse que no tenías mamá.
-Ah. Lamentas haber matado a la loba que me dio a luz, ¿Piensas que estoy enojado contigo por eso? – Preguntó ladeando la cabeza.
Yo lo observé tratando de decidir solo por su tono si este era el caso.
-No sé si estás enojado conmigo. Yo solo la vi disparar en tu dirección, luego la vi mejor vestida que muchas personas de aquí y… bueno, cosas pasaron. – Dije mirando hacia mis pies.
-Con “cosas” quieres decir que terminó del lado equivocado de tu arma. – Dijo tomando mi barbilla para que pudiera volver a mirarlo a los ojos. – Nunca la conocí, Rose. Hasta este día ni siquiera sé cuál es su nombre; padre dijo que la había expulsado de la manada por ser una loba trepadora. Supongo que por ese motivo terminó aquí. -Dijo soltando mi barbilla sin quitar sus ojos de encima. – Puedes estar tranquila con su muerte, yo lo estoy.
-Está bien. – Dije tímidamente. - ¿Podrías agacharte un segundo?
Nunca había orado a nada en mi vida; mis padres y mi abuelo no eran religiosos, así que no sabía exactamente cómo se hacía eso. Esperaba que algunas palabras de agradecimiento bastaran.
-Hoy tu pueblo sufre, Gran Madre. – Comencé improvisando hacia el cielo. Se supone que las deidades viven ahí, ¿No? – Hoy se apagan algunas luces en la tierra en la que has visto crecer a los tuyos; nuestros corazones se van acercando por el lazo que nos une a ti para darte las gracias por habernos permitido ser testigos del nacimiento y sacrificio de estas almas. La libertad siempre viene con un alto precio y tus hijos son testigos de ello. Por favor, dales alivio a los vivos y descanso a los muertos.
Ya no se me ocurría nada más que decir así que miré hacia abajo y pensé “¡Santa m****a!” cuando vi que todos y cada uno de los cuerpos delante de mí emitían una luz azul que los rodeaba.
Esto no es espeluznante, esto no es espeluznante…
Bien, Edson dijo algo sobre tocar los ojos de cada uno de ellos… ¡O era cerrar los ojos? Joder, arruinaría el ambiente preguntando, así que solo haría ambas cosas.
Uh, pero las otras familias no me habían dado permiso para acércame…
Me acerqué a la pareja de la loba y me agaché para cerrar sus ojos. Enel momento en el que toqué su piel, la luz azul comenzó a flotar hacia arriba como si de un rayo se tratara hasta perderse en el cielo.
Esto no es espeluznante…
-Uh… ¿Podría acercarme a sus familiares? – Pregunté a los lobos que me observaban. Estaba reprimiendo los escalofríos que toda esta cosa mística me provocaban.
Todos los lobos vivos se retiraron y me dieron inclinaciones profundas.
De acuerdo.
Uno por uno fui tocando los cuerpos de los lobos hasta que no quedó ninguno con esa extraña luz.
Sentía que algo faltaba, así que me encogí de hombros mentalmente y canté una vez la única canción funeraria que me sabía.
“Si te pierdes hoy, si no ves en la oscuridad… yo te cantaré… “
Para cuando terminé de cantar, me di cuenta de que todo estaba muy silencioso. Giré mi cabeza para ver a Bastian y él me dio una sonrisa cálida antes de estirar su mano con la palma arriba hacia mi.
Caminé tímidamente consciente de toda la atención para tomar su mano y esconder mi cara en su costado. Él solo me abrazó tiernamente.
-Bien. – Dijo Bastian hacia nuestro público. - ¿Ya han decido quién será su próximo Alfa?
Ah, aun no habían dicho nada sobre el tema.
-Si, puedes hablar. – Dijo Bastian y medio asomé un ojo para ver qué estaba pasando.
Un lobo que se encontraba en una de las últimas gradas se había levantado con la palma hacia arriba.
-Disculpe, Alfa Bastian. No sabemos cómo es la situación fuera de esta manada por lo que necesitamos un Alfa con experiencia antes de decidir si alguno de nosotros podría cumplir tan importante función. – Un montón de murmullos de acuerdo se escucharon por el lugar. - ¿No podría usted ser un Alfa para nosotros?
-Mi manada queda lejos de aquí. – Dijo Bastian con cuidado. – Ciertamente, en la actualidad solo tengo pocos lobos a los que liderar, pero es una responsabilidad enorme asumir el liderato de los Skilltown. No podría mejorar sus condiciones de la noche a la manada pues no sé cuán mala es su situación.
Una loba se levantó y pidió la palabra.
-Nuestra situación es tan mala como se ve a simple vista. – Dijo sin rodeos. – No tenemos Betas y nuestros guardias nunca recibieron un entrenamiento adecuado por temor a que nos rebeláramos en contra de Luca Brax y su familia. No hablo por los demás, pero yo no quiero abandonar mi hogar para buscar un Alfa mejor. Tenemos casas disponibles, solo traiga al resto de su manada hacia aquí y ayúdenos a volver a ser una manada sin miedo.
Hubo un montón de lobos de acuerdo asintiendo con la cabeza.
-¿Y qué pasará con mi territorio? – Dijo Bastian calmando a los lobos. – También es el hogar de los míos y al igual que ustedes, no querrán dejar atrás sus tradiciones y todo lo que conocen.
-Conocemos su reputación, Alfa Bastian. – Dijo un lobo joven. -
-Entonces solo mudémonos todos de aquí. – Dijo un lobo mayor pidiendo la palabra. – Si, tenemos recuerdos aquí pero estoy seguro de que muchos querrán un nuevo comienzo y alejarse de las atrocidades que aquí han sucedido.
Bastian barajeó la posibilidad por algunos segundos.
-Tengo dos preguntas para hacerles. La primera y la más importante, ¿Tienen algún tipo de problema con mi Luna?
¿Conmigo? Ah, por ser humana.
-Nuestra Gran Madre ha bendecido a su Luna, ¿Qué más prueba de ello que haber sido capaz de realizar dos ceremonias funerarias a la vez sin terminar extenuada? Si ella la aprueba, entonces nosotros también. – Dijo otra loba.
¿Las Lunas se cansaban por hacer esto? Iré confundida hacia Edson y me hizo un gesto universal para “después”.
No vi ni una sola alma que negara o gruñera en mi dirección.
-Bien, con eso resuelto, mi segunda pregunta sería, ¿Pueden venir a vivir conmigo a mi territorio?
-Si, Alfa. – Dijeron muchos a coro.
-Bien.
Entonces Bastian me sacó suavemente de su costado y se dirigió al cuerpo delante de nosotros para aplastarle la tráquea en una impresionante muestra de poder.
-Ahora, quien no esté de acuerdo con que yo sea su nuevo Alfa y que mi compañera sea su Luna, puede retirarse del lugar. Los demás, quédense diez minutos para que mi Beta les explique cómo vamos a hacer la evacuación.
Yo miré a Rowan ¿En qué momento hicieron un plan de evacuación?
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