Político busca niñera romance Capítulo 25

Narra Demian.

—¡Amanda ya llegó!—gritó Zoé desde su posición en la ventana.

Fingí estar leyendo mi libro en el sofá, para no evidenciar mí alegría de saber que ella había vuelto. Sus palabras todavía rebotaban en mí cabeza, esa noche me acerque a Denisse y hablé con ella abiertamente como nunca antes, ella fue muy madura al perdonarme por mí falta de confianza hacia ella, le dejé claro que la amaba y que la defendería ante todo aquel que le hiciera daño, está vez sería el padre que ella necesitaba. Estaba fallando como padre, y tuve que darme cuenta de la peor manera.

Vi a Denisse bajar corriendo las escaleras poco después, salió corriendo por la puerta principal para encontrarse con su niñera, Zoé también hizo lo mismo. Amanda se había ganado el corazón y el amor de mis hijas en tan solo un par de meses, pero también estaba robando mí corazón sin darme cuenta.

—Tengan cuidado—escuche su voz, al mismo tiempo escuché el ruido de bolsas de plástico—.No quiero tener que llevarlas a urgencias—les dijo riéndose.

En ese momento ingresaron cargadas con bolsas de la compras—.Buenas tardes, señor White—me sonrió cálidamente.

Alce una ceja, sorprendido de que me estuviera hablando tan tranquilamente.

—Buenas tardes—respondí. Me levante en ese momento, tomé las bolsas de las compras de sus manos, las lleve hasta la cocina y la puse sobre la isla—.¿ Cómo está ?—le pregunté.

—¿Estoy bien y tú?—respondió ella con confianza—. ¿Te molestaría si nos tratamos de tu permanente? Es algo realmente confuso para mi, y creo que por las circunstancias pasadas encajarían mejor—dijo guiñándome el ojo.

Realmente estaba impactado por su iniciativa. Cada vez más ella me sorprendía.

—No me molesta para nada—conteste con una media sonrisa. Ella estaba eliminando una de mis reglas, pero tenía derecho de hacerlo despues de lo que pasó—. Con respecto a tu pregunta anterior: estoy bien y feliz de hayas vuelto —le dije con sinceridad viéndola fijamente, ella hizo lo mismo y de nuevo tuve esa sensación de electricidad en mí cuerpo.

—Yo igual—respondió ella dulcemente.

—¿Sabes? Estoy sorprendido que me estés hablando después de lo que pasó ayer—le dije sin poder evitarlo.

Sus ojos encontraron los míos de nuevo.

— Ayer fue ayer, y no guardamos rencor en esta casa, ¿verdad?—dijo con un tono realmente dulce.

—Así es—pronuncie, agradecido por su gran corazón—.¿Quieres que haga algo?—pregunté al ver que tenía muchas cosas sobre la mesa.

Ella miró a su alrededor.

—Zoe y tu pueden poner la mesa más tarde para la cena—contestó. La mire extrañada, ella viendo mí cara de confusión, me confesó que había llamado a mis padres para cenar está noche, y que ella y Denisse harían la cena. Eso me impacto, no esperaba algo así—. Por los momentos ve y sigue leyendo tu libro—me dijo corriéndome de la cocina.